Introducción
Los líquidos y electrólitos se encuentran
en el organismo en un estado de equilibrio dinámico que exige una composición
estable de los diversos elementos que son esenciales para conservar la vida. El
cuerpo humano está constituido por agua en un 50 a 70% del peso corporal, en
dos compartimientos: Intracelular, distribuido en un 50% y extracelular, en un
20%, a su vez éste se subdivide, quedando en el espacio intersticial 15%, y 5%
se encuentra en el espacio intravascular en forma de plasma. En cuanto a los electrólitos
están en ambos compartimientos, pero principalmente en el extracelular: Sodio,
calcio y cloro. Los intracelulares: Potasio, magnesio fosfato y sulfato. Los
electrólitos poseen una carga eléctrica y se clasifican en aniones, los de
carga + y cationes los de carga -, cuando éstos se ionizan (atraen sus cargas +
y - se combinan formando compuestos neutros) o se disocian (se separan
recuperando su carga eléctrica) se denominan iones. El balance de líquidos está
regulado a través de los riñones, pulmones, piel, glándulas suprarrenales,
hipófisis y tracto gastrointestinal a través de las ganancias y pérdidas de
agua que se originan diariamente. El riñón también interviene en el equilibrio
ácido-base, regulando la concentración plasmática del bicarbonato. El
desequilibrio o alteraciones de los líquidos y electrólitos pueden originarse
por un estado patológico preexistente o un episodio traumático inesperado o
súbito, como diarrea, vómito, disminución o privación de la ingesta de
líquidos, succión gástrica, quemaduras, fiebre, hiperventilación, entre otras.
El indicador para determinar las condiciones hídricas de un paciente es a
través del balance de líquidos, para lo cual se tendrán que considerar los
ingresos y egresos, incluyendo las pérdidas insensibles. La responsabilidad del
personal de enfermería para contribuir a mantener un equilibrio de líquidos en
el organismo del paciente es preponderante, ya que depende primordialmente de
la precisión con la cual realice este procedimiento, que repercutirá en el
tratamiento y recuperación de su paciente.
Concepto
Es la relación cuantificada de los
ingresos y egresos de líquidos, que ocurren en el organismo en un tiempo
específico, incluyendo pérdidas insensibles.
Objetivos
Controlar los aportes y pérdidas de líquidos
en el paciente, durante un tiempo determinado, para contribuir al mantenimiento
del equilibrio hidroelectrolítico Planear en forma exacta el aporte hídrico que
reemplace las pérdidas basales, previas y actuales del organismo.
Equipo
Hoja de control de líquidos conteniendo los siguientes datos:
- Nombre del paciente.
- Fecha y hora de inicio del balance.
- Sección de ingresos que específica la vía oral y parenteral.
- Sección de egresos que permite el registro de Los valores de pH son importantes para detectar el balance hidroelectrolítico. orina, heces, vómitos, drenajes, etc.
- Columna para totales de ingresos, egresos y balance parcial por turno.
- Espacio para balance total de 24 horas.
- Probeta o recipiente graduados para la cuantificación de los egresos.
- Recipientes para alimentación graduados.
- Báscula.
- Guantes desechables.
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